CATALOGO
DE RECURSOS HUMANOS E INFORMACION
RELACIONADA CON LA TEMATICA AMBIENTAL
EN LA REGION ANDINA ARGENTINA
[ INICIO ] [ CARACT. GENERAL ] [ INFOS P/PCIA ] [ AUTORES ] [ NOTAS ] [ EXP./INTERNET ]

- CARACTERIZACION GENERAL Y ESTUDIOS TEMATICOS POR PROVINCIA -





INDICE

PROLOGO
 

CAP. 1 LA REGION ANDINA ARGENTINA
 

CAP. 2 RECURSOS Y PROBLEMAS AMBIENTALES DE LA PROVINCIA DE MENDOZA
 
  MAPA POLITICO - ADMINISTRATIVO (en pantalla nueva)

CAP. 3 MAPA CLIMATICO DE MENDOZA
 
  MAPA CLIMATOLOGICO (en pantalla nueva)

CAP. 4 GEOMORFOLOGIA DE LA PROVINCIA DE MENDOZA
 
  MAPA GEOMORFOLOGICO  SECTOR NORTE   SECTOR SUR   REFERENCIAS  (en pantalla nueva)

CAP. 5 HIDROGEOLOGIA DE LA PROVINCIA DE MENDOZA
 
  MAPA HIDROGEOLOGICO CON REFERENCIA A LAS CUENCAS DE AGUAS SUBTERRANEAS (en pantalla nueva)

CAP. 6 SUELOS DE MENDOZA
 
  CLASIFICACION TAXONOMICA DE SUELOS (en pantalla nueva)

CAP. 7 VEGETACION DE LA PROVINCIA DE MENDOZA
 
  MAPA DE VEGETACION REFERENCIAS (en pantalla nueva)

CAP. 8 COBERTURA VEGETAL DE MENDOZA
 
  MAPA DE COBERTURA VEGETAL (en pantalla nueva)

CAP. 9 PROVINCIA DE SAN JUAN
 
  MAPA POLITICO - ADMINISTRATIVO (en pantalla nueva)

CAP. 10 CLIMA DE LA PROVINCIA DE SAN JUAN
 
  MAPA CLIMATICO (en pantalla nueva)

CAP. 11 GEOMORFOLOGIA DE LA PROVINCIA DE SAN JUAN
 
  MAPA GEOMORFOLOGICO (en pantalla nueva)

CAP. 12 HIDROGEOLOGIA DE SAN JUAN
 
  MAPA HIDROGEOLOGICO CON REFERENCIA A LAS CUENCAS DE AGUAS SUBTERRANEAS (en pantalla nueva)

CAP. 13 SUELOS DE SAN JUAN
 
  CLASIFICACION TAXONOMICA DE SUELOS (en pantalla nueva)

CAP. 14 COBERTURA VEGETAL DE SAN JUAN
 
  MAPA DE COBERTURA VEGETAL (en pantalla nueva)

CAP. 15 PROVINCIA DE LA RIOJA
 
  MAPA POLITICO (en pantalla nueva)

CAP. 16 EL CLIMA DE LA RIOJA
 

CAP. 17 GEOMORFOLOGIA DE LA RIOJA
 
  MAPA GEOMORFOLOGICO (en pantalla nueva)

CAP. 18 HIDROGEOLOGIA DE LA PROVINCIA DE LA RIOJA
 
  MAPA HIDROGEOLOGICO CON REFERENCIA A LAS CUENCAS DE AGUAS SUBTERRANEAS (en pantalla nueva)

CAP. 19 SUELOS DE LA RIOJA
 
  CLASIFICACION TAXONOMICA DE SUELOS (en pantalla nueva)

CAP. 20 VEGETACION DE LA RIOJA
 

CAP. 21 COBERTURA VEGETAL DE LA RIOJA
 
  MAPA DE COBERTURA VEGETAL (en pantalla nueva)






 

VEGETACION DE LA RIOJA

Lic. Horacio Rosa1

 

La vegetación de La Rioja se encuentra rigurosamente adaptada a las condiciones mesológicas especialmente precipitaciones y temperaturas. El crecimiento de las especies vegetales es en general muy lenta. Sus raíces y hojas se adaptan a las condiciones según los dominios fisiográficos.

Los suelos - en términos muy generales - están constituídos por depósitos de materiales libres, limos y arcilla. El humus es escaso. Tienen gran permeabilidad y en ocasiones, impurezas debidas a la disposición de los estratos geológicos y a la evolución de los procesos erosivos.

Clima y relieve influyen sobre la vegetación y los cultivos, delimitando el espacio ocupado por las actividades humanas. Si consideramos el total de los factores físicos, el agua es el agente fundamental de la configuración espacial; el agua modela las actividades humanas.

Pero hay diferencias, a veces notables, según los diversos dominios.

En la montaña aparecen dominios como la provincia Alto-andina y una fracción de la Puna. En la montaña media y en los valles y bolsones al interior de las sierras se ubica la provincia del Monte y la provincia Prepuneña. En los Llanos y las sierras de alturas relativamente bajas ligadas a esta área aparece la provincia Chaqueña "serrana" para las alturas, "árida" para las planicies.

La Cordillera de Los Andes es una barrera a la vez climática y biogeográfica. Allí y en la Puna el clima es agresivo: predominan bajas presiones y temperaturas, vientos fuertes (viento Blanco), nieve y hielo, aire enrarecido y fuerte radiación solar. El ecosistema es sometido a estas severas condiciones y plantas y animales se han adaptado: las plantas tienen follajes espesos y ricas en aceites esenciales, crecimiento muy lento, y estructuras en "cojines", escudándose en el substrato -brechas, declives. A gran altura, hasta 5.000 m inclusive, en extensiones planas y áreas cercanas a otras más húmedas (vegas o áreas pantanosas) se ubican estepas de gramíneas de matorrales y en ocasión matas espesas, especialmente el "coironal" de pastos duros ("ichu" de los indígenas) formando verdaderos islotes.

Así en la zona andina predominan especies como Festuca sp. o Stipa sp. y también caméfitas que componen una suerte de tapiz leñoso bastante espeso en ocasiones, como Nototriche copon ("copón"), y Adesmia sp. ("cuerno"). En lugares pantanosos hallamos algunas gramíneas, como Calamangrostis sp.. Ya en plena Puna encontramos arbolillos y arbustos tortuosos cada vez más raros por su excesiva depredación por el uso artesanal o como combustible como Ephedra ("tramontana"), y Polyleptis sp. (queñoa) o estepas de Lepidophyllum sp. ("tola").

La altura establece diferencias en la vegetación. En las depresiones, el Valle de Vinchina al W. la comunidad es abierta, xeróphila con predominancia de especies espinosas, muy pocas anuales, salvo cuando surgen áreas húmedas. Más allá de 1.700 m, predominan los pastos duros como en la Puna. Donde se halla agua hasta 2.000 m se hallan árboles y arbustos Prosopis sp. (algarrobos), Goeffrea decorticans (chañar), Cercidium praecox (brea), y también en variaciones de altura Ephedra breana (tramontana), Cassia aphylla (pichana), Atriplex sp. (cachiyuyo).

A medida que se avanza hacia el sur del Valle de Vinchina la densidad de la cobertura vegetal aumenta aunque hay vastas extensiones de antiguos bosquecillos, o galerías, o laderas, de algarrobos devastados, aparecen cactáceas.

Aprovechando su capacidad de profundizar raíces para buscar el nivel de aguas se observan Larrea sp. (jarillas) asociadas en las pendientes de algunos conos de deyección o en rincones "encajados" de algunos cauces a los algarrobos sobrevivientes. También se encuentran especies como Distichilis spicata, Atriplex lampa y Saueda divaricata.

Al SW del Valle de Vinchina, en Guandacol, las plantas buscan la cercana humedad acumulada en el fondo de las quebradas y en aquellas alturas sobre laderas expuestas convenientemente que captan las esporádicas lluvias. Se encuentran allí pastizales de abundantes gramíneas y algunos arbustos.

En áreas más secas la vegetación es claramente xerófila con especies arbustivas y espinosas.

Puede haber, si hay humedad, algunas asociaciones de algarrobo (Prosopis sp.), Geoffrea decorticans (chañar), Cercidium praecox (brea) y el árbol Schinopsis molle (molle). En lugares arenosos en los conos de deyección y pequeñas crestas en la pendiente al pie de montañas aumentan las xerófilas y cactáceas, y si hay áreas más favorables asociaciones de Acacia furcatispina (garabato), Prosopis torcuata (tintitaco), Bacharis sp. (chilca), Bulnesia retama (retamo), etc.

En la parte más alta de las laderas, en terrazas más húmedas o donde el agua aflora hay suficiente sustento de gramíneas de alto valor forrajero. En la planicie aluvial derivada de los colectores en donde impera una pendiente suave y surgen algunas aguadas que pueden salinizar la tierra, predominan halófitas, Saueda divaricata (jume), Allenrolfea vaginata, así como Bacharis sp. (chilca).

Si no hay sal, predominan gramíneas altas, Cortaderia sp. (cortadera) y Phragmites australis (carrizo).

Al SO de Guandacol se observan vastas extensiones con los restos de lo que parecen haber sido campos de retamos, explotados hasta el agotamiento para extraerles "goma".

Al E de la extensa sierra de Famatina se ubica la gran depresión tectónica del Valle Antinaco-Los Colorados, con un suelo comúnmente arenoso mezclado en ocasiones con gruesas piedras o a veces salino.

Al pie de las montañas los conos aluviales especialmente del sector O del valle contienen suelos de una arena muy fina, limosa, salpicada de gravas de diverso grosor, aptos para el trabajo agrícola y al desarrollo de la vegetación. El material grueso se ubica al pie de la montaña. Allí en suelos permeables y con arenas intercaladas la humedad es retenida y puede favorecer el desarrollo de suelos con abundante humus. Allí en franjas determinadas por la profundidad de las napas de agua, tanto como por la calidad de los suelos se encuentra la típica vegetación de matorrales del Monte, más abajo se observan arbustos halófitos. En suelos arcillosos de subsuelo rico en agua, incluso salinizada, los algarrobos forman reductos, a veces aislados otras veces integrando algún agrupamiento.

Como freatófitas los algarrobos disminuyen el nivel de humedad del suelo con su evapotranspiración. Pero favorecen el desarrollo de microambientes disminuyendo los efectos de vientos desecantes tan típicos de la zona. Su eliminación provoca el ascenso de la napa de agua, la consiguiente descarga de agua y la depositación de sal de excedente formando salinas y salitrales.

Al pie de la montaña y de los conos aluviales se sitúa una franja de plantas del género Larrea (jarilla), los jarillales, extensa franja que se encamina al fondo de depresiones, en las mesetas, lomas y terrazas ubicadas frente a las sierras dominando ambientes secos, de suelos drenados pero donde el nivel de la napa de agua no es alcanzado por las raíces de otros arbustos. Los jarillales, cuya planta típica es Larrea cuneifolia, prefieren suelos arenosos y arenoso-arcillosos, pero no tolera altos niveles de sal, pero se adaptan bien a las laderas expuestas al Norte más secos y más cálidos. Difícilmente se la observa en áreas inundadas, ni en las depresiones mismas en donde imperan barros o salinas, ni donde el agua subterránea aflora.

Otra de las jarillas, L. divaricata vive a su lado pero más cerca de conos de agua, áreas más húmedas e incluso próximas a salinas, pues es tolerante. En la montaña asciende un poco más. Finalmente Larrea nítida se comporta como freatófita por lo que puede su presencia determinar el nivel hidrostático de las aguas subterráneas. Zuccagnia punctata permanece asociada a la L. cuneifolia en laderas y surcos fluviales pero no en áreas inundadas ni bajo algarrobos.

En las franjas de barreales y de salinas en la sección más profunda del Valle Antinaco-Los Colorados hallamos arbustos halófitos, Sueda divaricata (jume) y Allenrolfea vaginata. En la periferia de los barreales el jume se asocia a Atriplex sp. (cachiyuyo), que a veces penetra entre los más alejados algarrobos. También se reconocen Prosopis strombulifera (retortuño) y Sporobolus rigens (junquillo), señalando su presencia la filtración de la napa de agua subterránea al menos a 8 m de profundidad.

Ascendiendo la montaña se identifican cactáceas y algunas especies típicas del área prepuneña y alto andina. El jarillal difícilmente entra en contacto con éstas; la estepa de arbustos espinosos bajos y aún algunos cardonales señalan el margen de transición hacia la vegetación de altura con suelos de detritos y gravas de tamaño diverso llegando hasta alturas de temperatura y exposición aceptables, cerca de los 3.200 m.

En la estepa dominan especies de la familia Zigofilácea, como Bougainvillea spinosa, Ximenia americana y otras, incluso cactáceas. En algunas laderas y pendientes escarpadas, de rocas desnudas o descompuestas parcialmente, abundan cactáceas y Bromeliáceas.

 

 

 

Los Llanos

En Los Llanos predomina la vegetación de características chaqueña en el límite sudoriental semiárido del Chaco.

Se trata de un bosque subtropical pobre en donde domina el Aspidosperma quebracho blanco ante una menor cantidad de especies, incluso otros quebrachos, en comparación a otros distritos chaqueños. La cobertura de arbustos y árboles no es grande.

Se pueden hallar árboles y arbustos como Prosopis sp. (algarrobos), Zizyphus mistol (mistol), Bulnesia retama (retamo), Prosopis torquata (tintitaco), Mimozyganthus carinatus (lata), Acacia furcatispina (garabato), Celtis spinosa (tala), Geoffrea decorticans (chañar).

En los conos aluviales, especialmente en los que descienden del Velasco, la fisonomía de la vegetación depende de los matorrales, a los grados de humedad, a la exposición al sol y los vientos, a la actividad humana.

Predominan un matorral de arbustos, cardones y algunas gramíneas. En la parte más baja reaparece el quebracho blanco. En las galerías hay vegetación ripícola y freatófita.

Al pie de las sierras, especialmente al Sud (zona de Mal Paso) se forman "Bad Lands" o "mal país", y algunos "peladares" cubiertos de barro y "pedestales" en donde se afirma uno que otro algarrobo solitario con sus raíces casi al descubierto. La cubierta es débil e irregular, debido a la tala y sobrepastoreo.

Los Llanos constituyen un sistema de gran interés, en donde alternan arenales, dunas, lenguas de limo y arcilla, que ocasionalmente concentran la humedad y permiten el desarrollo de vegetación que a su vez fija la arena.

Las dunas pueden tener materiales de un grosor adecuado para la infiltración, favoreciendo la humedad subterránea. Allí crecen entonces entre las dunas, mantos de vegetación arbustiva y algunos árboles.

Ligadas al sistema Desagüe de Los Colorados, al O del área hay dunas de sedimento fino. Entre dunas, algunos suelos arcillosos impermeables, facilitan la formación de charcos de agua después de las lluvias y el desarrollo de asociaciones vegetales numerosas. A veces se forman "peladares" y sobre sus bordes plantas resistentes a la salinidad. Es curiosa la intercalación de dunas bajas y lechos de ríos secos, y en las fuentes de humedad se favorece la instalación humana con pastoreo extensivo y extracción de madera.

El relieve en general es homogéneo interrumpido al E por la Sierra Brava y las Salinas y domina una planta pionera muy tolerante a la sal Herostachys ritleriana. Cuando la sal disminuye la cobertura vegetal aumenta. Domina aquí Allenrolfea patagónica y otras halófitas hasta llegar a la formación caracterizada por el quebracho blanco.

 

BIBLIOGRAFIA GENERAL

 

ABRAHAM, E. M. 1978. Geomorfología y biota del Valle de Sanagasta (Provincia de La Rioja) . DESERTA, IADIZA, Mendoza, 5 : 95-155.

APARICIO, F. y DIFRIERI, H. (Ed.). 1958-1963. La Argentina, suma de Geografía . Ed. Peuser, Buenos Aires, vol. 1/IX.

ANDERSON, D. L., et al. 1970. Las formaciones vegetales en la Provincia de San Luis . Revista de Investigaciones Agropecuarias, Buenos Aires, INTA, Serie 2, Biología y Producción vegetal, III (3) : 183 p.

BIURRUM, F. N. y FERRANDO, C. A. 1982. Delimitación de las subregiones de los Llanos de La Rioja. Doc. Grupo Técnico Pasturas / Chaco. INTA, LA BANDA.

BRAGADIN, E. A. 1959. Las pasturas en la región de Los Llanos. (Pcia. de La Rioja). Estudio sinecológico de las asociaciones vegetales naturales existentes desde el punto de vista forrajero . Revista Agronómica del Noroeste argentino, Universidad Nacional de Tucumán, Fac. de Agronomía, 3 (1-2): 289-334.

BRAZOL D. 1954. Bosquejo bioclimático de la República Argentina . Meteoros, Servicio Meteorológico Nacional, Buenos Aires, IV (4) : 381-394.

BURGOS, J. J. 1951. Los climas de la República Argentina según la nueva clasificación de Thornwaite . Meteoros I : 3-33.

BURGOS, J. J. 1963. El clima de las regiones áridas en la República Argentina . Revista de Investigaciones Agrícolas, Buenos Aires, INTA, XVII (4) : 385-405.

CABRERA, A. L .1951. Territorios Fitogeográficos de la República Argentina . Boletín de la Sociedad Argentina de Botánica, La Plata, IV (1-2) : 21-65.

CABRERA, A. L. 1957. La vegetación de la Puna Argentina . Revista de Investigaciones Agropecuarias, Buenos Aires, XI (4): 412.

CABRERA, A. L. et WILLINK, A. 1973. Biogeografía de América Latina . Serie Biología, Colección de Monografías Científicas, OEA, Washington, DC, , N° 13. 110 p.

CARBEL, N., ROIG, V. et ROSA, H. A. 1974. El Instituto de Zonas Aridas de La Rioja. Bases para su creación y Plan de Trabajo . Universidad Provincial de La Rioja, 149 p. (mimeog.).

CEI, J. M. 1982. Aspetti geo/biogeografici inediti della Sierra di Famatina. L'Universo, Istituto Geografico Militare, Firenze, LXII (4) : 643-672.

CONTRERAS TAPIA, D. 1978. Estado actual y análisis de los ecosistemas naturales áridos de las Provincias de Mendoza y La Rioja, Rep. Argentina . Informe. 3° parte (La Rioja), OEA-IADIZA, Mendoza, 221 p.

DAUS, F. 1972. Geografía de la República Argentina . Ed. A. Estrada, Buenos Aires, 2 vol.

DEFFONTAINES, P. 1952. Les oasis du Piémont argentin des Andes . Les Cahiers d'Outre-Mer, Bordeaux, V (17): 43-69.

DE FINA, A. L. 1954. Difusión geográfica de cultivos índices en las provincias de Catamarca y La Rioja y sus causas INTA, Buenos Aires.

DE FINA, A. L. 1974. El clima de la República Argentina . Enciclopedia Argentina de Agricultura y Ganadería, Ed. ACME, Buenos Aires, T. II, fasc. 3, pp. 86-104).

DEL AGUILA, J. A., et al. 1969. Contribución al estudio de los pastizales naturales de Los Llanos de La Rioja . Rev. de Investigaciones Agropecuarias, Buenos Aires, INTA, VI (7): 81-87.

DENIS, P. 1920. La République argentine . Paris, Colin, 304.

DENIS, P. Y. 1966. Régions "sous-développées" et régions "déprimées" en Amérique: intervention et aménagement . Rev. Geografica, OPGH, Rio de Janeiro, (65): 108-123.

DIAZ, R. 1975. La Rioja, Provincia de sed y de éxodo . Revista Geografica IPGH, Mexico, pp. 31-50).

HUNZIKER, J. H. 1952. Las comunidades vegetales de la Cordillera de La Rioja . IDIA, Buenos Aires, IV (2): 166-195.

LAFON, E. H. (Ed.). 1970. Manual de Historia y Geografía de La Rioja . Vol. II, Geografía, La Rioja, Cia. ed. Riojana, 340 p.

LIEBERMANN, J. 1959. Los acridios como factores de erosión en zonas áridas y semiáridas argentinas . Revista Agronómica del Noroeste Argentino, Tucumán, III (1-2): 147-155.

LIEBERMANN, J. 1968. La Argentina contra el desierto . EUDEBA, Buenos Aires, 145 p.

MANN, G. 1966. Bases ecológicas de la explotación agropecuaria en la América Latina . Serie Monografías, Biología, OEA, Washington DC.

MARLANGE, M. 1972. Contribution a l'etude phyto-écologique du Chaco Argentin . These Docteur-Ing. Université des Sciences et Techniques du Languedoc, , 2 vol.

MARTONNE, E. de. 1934. La diagonale aréique de l' Amérique du Sud . C.R. Ac.Sc.Paris, CXCVIII: 592-594.

MARTONNE, E. de. 1947. Déserts de l'Amérique du Sud . B.S.R. de G. d'Egypte, Le Caire, XXII, pp. 1-19.

MORELLO, J. H. 1955. Estudios botánicos en las regiones áridas de la Argentina. Revista Agronómica de NO argentino. Tucumán, I (3), 301-370 y II: 385-524.

MORELLO, J. H. 1958. La provincia Fitogeográfica del Monte. Opera Lilloana II, Tucumán, Instituto Miguel Lillo, 155 p.

MORELLO, J. H. et al. 1977. Estudio macroecológico de Los Llanos de La Rioja. IDIA, Buenos Aires, 34: 242-248.

PAPADAKIS, J. 1948. Tres informes ecológicos: 1) La Rioja y Catamarca, 2) Tucumán, Salta y Jujuy, 3) Corrientes. IDIA, Buenos Aires, Número Especial, pp. 1-42.

PROHASKA, F. J. 1959. El polo de calor de América del Sur. IDIA, Buenos Aires, 141: 27-30.

RAGONESE, A. E. 1951. La vegetación de la República Argentina. II. Estudio fitosociológico de las Salinas Grandes. IDIA, Buenos Aires, V (1-2): 234.

ROSA, H. 1980. Le bois de Lev dans L'Argentine aride. L'énergie dans les Communautés rurales des pays du Tiers Monde, Colloque, Université des Nations-Unies, Centre de Géographie Tropicale du CNRS, Bordeaux, 5-10 mai : 180-188.

ROSA, H. 1981. La Rioja: Essai sur une province de L'Argentine semi-aride. Ocupation du Sol, Bordeaux, 3: 2-104.

UNESCO. 1963. Conferencia Latinoamericana para el Estudio de las Regiones Aridas. Informe Nacional argentino. Buenos Aires, CAPERAS.

WOLCKEN, K. 1954. Algunos aspectos sinópticos de la lluvia en Argentina. Meteoros, Buenos Aires, N° 4.



NOTAS:

1 Centro Regional de Investigaciones Científicas y Tecnológicas (CRICYT), Mendoza, Argentina


Capitulo anterior Próximo Capitulo

[ GTZ ]
(c) 2000. Copyright sourcecode by C-Bra Systematics, Buenos Aires.
All rights reserved. Unauthorized use of technics or materials contained herein will be prosecuted.
C-Bra@way-to.com
[ C-Bra ]
Computer-Services